En septiembre de 2017, la periodista francesa Judith Duportail se tornó viral. Fue a raíz de publicar un reportaje en The Guardian que se convirtió en una de las piezas más leídas de aquel año y se terminó traduciendo al chino, al portugués, al alemán y al español. En nuestro país pudo leerse en eldiario.es y llevaba por título “Le pedí a Tinder los datos que guarda de mí y me envió 800 páginas de oscuros secretos”. En el reportaje, la periodista desgranaba y analizaba las 800 páginas de información sobre ella que Tinder poseía por ser usuaria de la plataforma y descubría que solo por tener acceso a los ‘Me gusta’ de su Facebook, la app sabía más de su vida que sus amigos más íntimos. Haciendo uso de todos sus datos, Tinder determinaba por ella quién le iba a aparecer en la aplicación, a quién terminaría conociendo o de quién tendría la posibilidad de enamorarse en un futuro.
Tras la publicación de su reportaje, en Francia, Duportail se enfrentó a comentarios no solo por su trabajo, sino sobre su persona. El político francés Dominique Strauss-Khan llegó a decir “¡800 páginas! ¡Qué picarona!”. Duportail ya sabía que 800 páginas eran muchas páginas, puesto que llevaba utilizando Tinder de manera obsesiva desde hacía aproximadamente un año. Pero esta obsesión de Duportail no se reducía a una búsqueda del amor desde el confort y la seguridad del sofá de su casa, sino a entender cómo Tinder influye sobre nosotros, sobre nuestro comportamiento, nuestra autoestima y nuestra forma de entender las relaciones en el siglo XXI.
En “El algoritmo del amor” haces referencia a un estudio que determina que las mujeres utilizan Tinder para mejorar su autoestima, mientras que los hombres utilizan la aplicación para tener sexo. ¿Qué género crees que va ganando?
Creo que ninguno de los géneros gana: los dos perdemos, pero perdemos de forma distinta. En el libro explico como yo, al igual que muchas otras mujeres según este estudio, me volví adicta al subidón de ego que Tinder me ofrecía y cómo me vi utilizando a las otras personas de la app para obtener precisamente eso. Este es un comportamiento muy irrespetuoso: ser utilizado por alguien para autogratificarse es una forma de cosificación y eso duele, al igual que duele sentir que solo te usan para el sexo.Los hombres y las mujeres viven experiencias completamente distintas en las aplicaciones para ligar, lo que al final genera más resentimiento entre los dos géneros. Las mujeres reciben un montón de mensajes, algunos de ellos irrespetuosos, violentos y muy sexuales. Los hombres, según los estudios, siguen siendo los primeros en iniciar una conversación, y reciben un montón de silencios. ¿Cómo te sientes después de recibir muchos mensajes agresivos? Defensiva. ¿Cómo te sientes después de enviar un montón de mensajes y no obtener ninguna respuesta? Defensivo. Cuando un hombre y una mujer por fin hablan a través de la app, los dos están hartos.
Hola. Soy un chico que ha usado Tinder en 3 ocasiones por espacio de 2 meses cada una y siempre acabo con la misma sensación: hartazgo. Cuando consigues conectar con alguien interesante, ya estás quemado de las 20 veces que t sientes utilizado. Qué pena que el artículo sea tan corto. Muy interesante